martes, 30 de octubre de 2007

Acerca de la necesariedad de diferenciarnos de nuestros padres...

Realmente hoy el techista me hizo pensar... que difícil se hace siempre contar una sesión de terapia, ¿no? ¿o es que solo a mi me cuesta?. Vamos, decí la verdad, jaja.
Es que uno en ese contexto linkea, relaciona cada ideas que solo "make sense" ahí y en ese momento ("aquí y ahora" como para hacerle honor a las distintas escuelas, vió).
Entiendan, que en varios sentidos soy una mujer ecléctica. ¿Ta claro?
Bueno la cuestión tenía que ver con los padres, la ley, el super yo (sepan que mi techista es sistémico, pero muy abierto... hacemos un buen binomio y una iquísima melange) y una sensación, mi sensación, de haber defraudado a uno de ellos... de haberme quedado o estado siempre muy pendiente de la mirada de uno de ellos, jaja. ¿Adivinen de quién? Los que me conocen sabrán sin dudarlo... ¿Edipo o Elektra? Bue, no importa, sigamos.
La cuestión es que yo intentaba hacerle entender que yo podía comprender lo que me decía Hernán, mi techista, pero tb le explicaba que tengo muy disociada la razón con la emoción, y que por mas que intentara analizar, entender, asimilar ó acomodar (estos 2 últimos terminos muy piagetianos, ¿no?), la respuesta corporal, emotivao emocional era muy distinta... casi infantil diría, ahora que lo pienso.
Entonces en un momento dije algo así como: "es que siento que la/o defraudé, que no cumplí con sus expectativas" y el me dijo: "Gracias a Dios" (parecía un cura, jaja).
La idea era que que bueno que no cumplí sus deseos, su mandato. Que constituí y seguí mi propio deseo. Que me diferencié, que me rebelé... Y la verdad es que nunca lo había visto así. que sencillo que parece todo ahora que lo ví, jaja. Mis padres son mis padres y yo soy yo. Ni siquiera soy una extensión de ellos (herida narcisista que seguramente sufriré como mamá, jaja). no soy una extensión,no soy un apéndice... Soy otra. Que sencillo.
Ahora la idea es sacarme de encima la sensación de "responsabilidad" sobre sus sentimientos. Que no son los míos. Sus sentimientos son suyos, son su responsabilidad.

Bueno llamado telefónico de por medio, me aburrí. Otro día sigo. Pero fue muy interesante.

Una idea más para rescatar: la primera vez que "me rebelé" (rateada -generalizada- en 5° año) como "adulta", no me habló durante 3 días... Hoy pensando en que quizás hice cosas mas "tremendas" me dí cuenta que no fue casual ese "castigo". Pero creo que sintió que "me pasaron", no que las hice. ¿Acaso en ese momentó comencé a romper el cordón? May be.
La otra idea: la única manera de decir que no quería algo, para no rebelarme, era enfermándome... Otra cosa que me pasaba. Que astuta que era, jaja. Que manipulator.
¿Acaso ponía en el cuerpo lo que no podía poner en palabras? ¿Y hoy?

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