domingo, 22 de junio de 2008
Proliferación de medusas en océanos, un signo de problemas en ecosistemas
La dramática proliferación de medusas en los océanos de todo el planeta -acarreada por una excesiva explotación pesquera y el cambio climático- es un signo seguro de problemas en los ecosistemas.
"Las medusas son excelentes líderes del medio ambiente", explica Jacqueline Goy, miembro del Inst, Oceanográfico de París, al advertir que "cuantas más medusas hay, más fuerte es la señal de que algo cambió".
Esas criaturas marinas sin cerebro compuestas en su mayor parte de agua han ido ocupando, sigilosamente, el vacío creado por el voraz apetito humano de pescado.
Ahora, deshacerse de ellas será difícil, previenen los biólogos marinos.
"Las medusas ocuparon el lugar dejado por muchas otras especies", reitera Ricardo Aguilar, director de investigación de Oceana, una organización internacional para la conservación de los océanos del planeta.
La picadura de esos invertebrados causa muchas molestias, pero lo más peligroso es que su reciente aumento ha devastado también especies marinas nativas de esas aguas, amenazando además el turismo.
Y pese a que no se sabe mucho de esas criaturas, los científicos están de acuerdo en un dato: que la "pelagia noctiluca -el tipo de medusa que con su veneno causa la parálisis de sus presas y que a los humanos provoca escozor y rojeces- volverá a ser la pesadilla de las playas mediterráneas en los próximos meses.
Esa presencia no preocupa a los científicos, sino su frecuencia y persistencia.
Los datos recogidos en los últimos 200 años señalan que la población de medusas aumenta naturalmente cada doce años, permanece estable de cuatro a seis años y luego disminuye.
Sin embargo, 2008 será el octavo año consecutivo en el que la presencia de medusas habrá aumentado, aunque sus decenas de millones de unidades no se puedan contabilizar exactamente.
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